La libertad guiando al pueblo, la icónica pintura de Eugéne Delacroix (1798-1863) que alude a las revueltas populares contra el rey Carlos X, fue descolgada este miércoles en el Museo del Louvre para una restauración que se prolongará hasta casi mediados de 2024.
La obra tiene entre sus fragmentos más emblemáticos el torso de una mujer con los senos descubiertos, blandiendo la bandera francesa sobre una barricada, en medio de insurgentes en el corazón de París. Fue pintada por el artista en 1830, el año de la caída del rey Carlos X y la subida al trono de Luis Felipe I.
El cuadro, uno de los más conocidos y visitados del Louvre, pronto se convirtió en una alegoría liberal y revolucionaria, dentro y fuera de Francia, un alegato contra las violaciones constitucionales perpetradas por Carlos X durante la Segunda Restauración. La visión de la pintura habría sido la fuente de inspiración de Victor Hugo para escribir Los Miserables. La novela publicada en 1863 está ambientada en los hechos de 1830.
La operación de desmontaje de este óleo de gran formato (3,25 m por 2,60 m) se realizó en la gran sala Mollien del Louvre, pintada enteramente de color rojo. Allí, la obra de Delacroix es exhibida junto a otras obras célebres como La balsa de la Medusa de Théodore Géricault (1818-1819).
La libertad guiando al pueblo ya fue restaurado hace casi 100 años, pero en ese lapso los barnices de la obra se han ido oxidando y han amarilleado el cuadro, alterando en particular la gama cromática azul, blanco y rojo del lienzo.
La restauración fue una operación planificada «desde hace mucho tiempo mediante radiografías y análisis», señaló el jefe del departamento de pinturas del Louvre, Sébastien Allard. Según el especialista, la operación forma parte de una «importante campaña de restauración lanzada en 2019 para los grandes lienzos del siglo XIX».
Un ataque vandálico
La obra de Delacroix había sufrido daños menores en febrero de este año cuando una joven aparentemente desequilibrada efectuó una inscripción con un rotulador en la parte baja de la derecha del cuadro que representa a una mujer, alegóricamente la libertad, dirigiendo a un pueblo sublevado.
En aquella oportunidad el museo envió una restauradora para determinar los daños causados y tratar de repararlos. Las labores duraron apenas dos horas, puesto que el rotulador se mantuvo en la parte del barniz exterior de la misma y no llegó a la pintura.
El emblemático cuadro sólo ha abandonado en tres ocasiones su emplazamiento normal en el Louvre, donde preside la sala Mollien junto a La balsa de la Medusa. En1999 fue prestado para una exposición en Tokio y en 2004 para otra en Estrasburgo.
A partir de la semana que viene, otra obra del mismo artista ocupará su lugar: se trata de La muerte de Sardanápalo, también un cuadro de gran tamaño.
Desde 2015 el Museo del Louvre, que cuenta con unas 4500 pinturas en exposición permanente, ha realizado más de 200 restauraciones de obras tan importantes como La Belle Ferronnière de Leonardo da Vinci (2015) o Las mujeres de Argel de Delacroix, en 2022.