¿Qué son los animales de asistencia?

animales de asistencia

La relación que tenemos con los animales es una construcción que se hace con las experiencias vividas durante la niñez, la enseñanza de las familias e incluso ciertos componentes genéticos.

Algunas personas estamos predispuestos a sentir un gran afecto hacia los animales e incluso necesitarlos.

Esto se ha estudiado ampliamente en relación con personas con necesidades diferentes, como personas con autismo, depresión o algunos trastornos psiquiátricos.

Esta relación se fortalece y se recomienda aún más cuando se trata de niños, ya que tienen una tendencia natural a disfrutar de la compañía de animales.

En el caso de niños con alguna condición especial, es altamente recomendable, ya que ayuda a entablar lazos de confianza y compañerismo.

Este sistema es idóneo para pequeños que tienen problemas para relacionarse con otras personas de su edad, ya que le ayudará a soltarse y relajarse al contacto con otro individuo.

A modo general, los animales de asistencia son aquellos animales que proveen a sus humanos un servicio específico de guía, compañía, entre otros.

Todo sobre animales de compañía

  • ¿Qué animales se pueden considerar “de compañía” o “asistencia”?

    El animal dependerá de las necesidades de la persona en cuestión, puede ir desde perros y gatos hasta algún reptil o arácnido.

    La idea es que la persona beneficiada elija a su animal de compañía, ya que es él el que debe generar lazos y apoyarse en su mascota.

  • Los animales de compañía fomentan la confianza y la autoestima. Pilares fundamentales en el desarrollo de los niños y son también habilidades que se pueden lograr más fácilmente con la presencia de una mascota en casa o incluso en su lugar de estudio.

    La presencia de un animal en la vida del niño ayudará también a fortalecer la capacidad de generar lazos afectivos. La integración de emociones en sus procesos a modo de “juego” es una de las mejores maneras de fomentar el proceso de aprendizaje.

  • Perros lazarillo.
    Como es sabido, las personas con discapacidad visual y auditiva utilizan animales, por lo general perros, para ayudarse en sus rutinas y actividades diarias.

    Los perros son guías perfectos para personas que sufren alteraciones en sus sentidos, ya que una vez entrenados pueden transformarse en la herramienta que le permita al dueño del animal desarrollar una vida normal.

    El perro más utilizado para este tipo de trabajo es el Labrador Retriever, porque tiene una inteligencia similar a la del pastor alemán, pero es menos intimidante. Es importante tener en cuenta que no cualquier perro puede hacer este trabajo, es necesario un entrenamiento específico.

  • Tener una mascota mejora la motricidad. Esto se ha visto mucho en el caso de los caballos. Muchas personas con discapacidades físicas han optado por la cada vez más bullada hipoterapia, en donde el mismo calor emitido por el caballo ayuda a la relajación muscular, promoviendo la disminución del dolor y el estrés.

    La vibración del galope del caballo estimula ciertas conexiones neuronales, provocando mejoras en las posturas corporales y en el tono muscular.

    En el caso de animales más pequeños, la interacción de niños con perros y gatos ayudará a que tu hijo se mantenga activo.

  • Una mascota puede ayudar en las habilidades sociales y la responsabilidad. El desarrollo de ciertas habilidades blandas durante las primeras etapas del crecimiento puede parecer normal y casi algo que se aprende “por osmosis”, pero hay muchos niños que, por su condición, no están capacitados para asistir a un jardín o desarrollarse de manera libre con otros niños de su edad.

    En estos casos, una mascota se hace fundamental, ya que, en la medida de lo posible, se puede enseñar al niño a tomar ciertas responsabilidades o incluso mejorar la comunicación con otras personas.

  • Animales de asistencia general: además del conocido perro lazarillo, existen también los perros de compañía para, por ejemplo, personas que sufran algún trastorno psiquiátrico o psicológico.

    Estos animales tienen permitido estar con sus humanos cada vez que este lo requiera, por lo que puedes viajar con ellos o ingresarlos a lugares en los que habitualmente no se aceptan animales.

    Para poder optar a estos beneficios, debes certificar que tu mascota es un animal de asistencia, pidiéndole a tu médico tratante una carta para presentarla cuando sea necesario.

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